martes

Aki!!! [ “El juego de Denuendo” ]

Me gustó su voz cuando hablé con ella por teléfono, presentí una sonrisa cómplice al otro lado y quedamos en volver a llamarnos al día siguiente para quedar y conocernos.

Mi amigo me dijo que estaba buena. La novia de mi amigo, su amiga: que era un encanto, independiente, inteligente, segura, liberal pero que se sentía aburrida de que no pasaran cosas interesantes en su vida. Me dió su teléfono, la llamé, me presenté y estuvimos charlando y riendo un buen rato.

Al día siguiente le mandé un mensaje:
- ¿pensando en mi?[1 minuto después]
- Pensaba en cuánto tiempo ibas a tardar en volverte a poner en contacto conmigo. No has tardado mucho, la verdad, debes estar desesperado.
[20 segundos después]- Es que estaba aburrido y no tenía nada mejor que hacer. ¿Una cerveza?[15 minutos después, ...cabrona :) ]- Tengo mejores cosas que hacer la verdad, pero no me importa perder un poco de tiempo. A las 10 en el café H. Sé puntual, no me gusta esperar.
[30 segundos después]- Allí estaré. Una cosa más: el que hable primero paga.
[5 segundos después]- Hecho, seré una tumba.

A las 10 estaba sentado en la mejor mesa de la terraza del café H imaginándome cómo sería físicamente mientras pensaba en la buena noche que hacía. De pronto me reconoció: me señaló tímidamente con un dedo mientras con la expresión de su cara me preguntó -¿eres tú?. Asentí, nos dimos dos besos y entre sonrisas le ofrecí asiento. Le pregunté qué quería beber empinando el codo (gesto universal), señaló mi cerveza con una sonrisa preciosa, llamé a la camarera, le señalé mi vaso y pedí otra.

Cuando la trajo, le dije con otro gesto universal si quería comer algo, me respondió con una expresión de indiferencia que interpreté como un: -no me importaría picar algo. La camarera nos miraba con cara de sorpresa no entendiendo nada o pensando quizás que éramos mudos. Ella se llevó las manos a la boca para disimular la sonrisa y me miró como diciendo: -a ver cómo te las arreglas listo. Me levanté, pedí a la camarera que me acompañara alrededor de las otras mesas y cuando vi a un grupo con un plato de jamón en medio de una de ellas, lo señalé y le dije con la mirada: -eso.

Mientras volvía de la mesa me miró orgullosa como diciendo: -Já, toma !!!. Se me escapó una carcajada y la miré como dicéndole: -me gusta esta niña. Ella asintió orgullosa y desvió sus ojos hacia otro lado mientras sonreía. La miré señalando sus piernas (que había visto mientras la camarera la acompañaba) y le dije -me gustan. Se ruborizó como pensando: -vaya morro que tiene éste !!!, pero antes de que me diese cuenta señaló las mías y me dijo -pssst pachín pachán. Me reí, señalé sus orejas y le dije: -psssst pachín pachán. Se rió con enfado, señaló mi nariz y me dijo poniéndose el dedo pulgar sobre la suya: -pinocho que eres un pinocho. Señalé la suya y le dije: -debo reconocer que es bonita. Me hizo un gesto agradecido de aprobación, señaló mis ojos y me dijo: -debo reconocer que son bonitos. Seguimos advirtiéndonos lentamente con gestos el resto de nuestro cuerpo, hasta que después de meterse con mi culo y yo con sus tetas, riéndonos, le cogí la mano serio, y acompañando sus dedos hasta que tocó sus labios, le dije: -me gustan. Sin que le hubiera soltado aún la mano, ella me miró fijamente: seria, sorprendida y pensativa. Cogió su otra mano y con sus dedos me tocó los míos y me dijo: -también me gustan.

En ese momento apareció la camarera, separamos tímidos nuestras manos y le pedí la cuenta. Pensé en que aún ninguno de los dos había roto el pacto de silencio y que ya llevábamos allí más de una hora. Cuando la camarera trajo la cuenta, ella buscó la cartera en su bolso, le dije que no con la mano y una sonrisa como diciéndole: -no, déjame a mi por favor, y pagué. Me puse en pié, le ofrecí la mano para ayudarla a levantarse (mentira) y no se la solté cuando lo hizo, se la apreté con delicadeza y ella me correspondió. Cogí la otra mano y mirándonos fijamente a los ojos se la llevé suavemente desde el pómulo hasta la nuca, mientras yo me acercada la atraje despacio hacia mi y nos besamos de la forma más sensual que una mujer puede besar a un hombre.

Cuando nos separamos vimos que la camarera, sus compañeras y gran parte de los que estaban sentados en la terraza nos miraban sorprendidos. Entonces la camarera se acercó, me dió el cambio, le dí las gracias de viva voz y ante su cara de sorpresa cogí a mi compañera de la mano y nos marchamos caminado tranquilos en silencio hasta que la bruma de la noche sobre el río nos devoró.

amm y kisas.... .... .... esa tarde... esa noche... y se acabo!!

Comments:
Precioso cariño, me encanta, por una vez lo entiendo todo.
 
:)
 
Leído un año y pico después es más bonito aún, eres un gran escritor. Te quiero.
 
Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?


IBSN (Internet Blog Serial Number)